
Le martyre de Saint Sébastien
Estreno 5 junio 1997
En 1997, con La Fura Dels Baus, Manuel Huerga estrena este oratorio de Claude Debussy a partir de textos de Gabrielle d’Annunzio. Participa Miguel Bosé como narrador. El estreno mundial tiene lugar en el Teatro dell’Opera de Roma y también inaugura la temporada del Festival de Peralada. Se realizaron 17 representaciones.

Sobre el proyecto
por Manuel Huerga, marzo 2005
Cierto día de primavera de 1996, apareció por mi casa un hombre llamado Valentín Proczynski proponiéndome la puesta en escena de "Le martyre de Saint Sébastien", de Debussy y D’Annunzio. Todavía hoy pienso que es uno de los trabajos más hermosos y fascinantes que me hayan propuesto nunca. Mi agenda, sin embargo, me iba a impedir una dedicación exclusiva hasta el estreno, puesto que yo estaba ya preparando lo que un año más tarde sería BTV. Con el fin de no desvincularme del todo del proyecto, propuse a La Fura Dels Baus, concretamente a Alex Ollé y Carles Padrisa, para la puesta en escena y de este modo poder participar con ellos en el desarrollo creativo de la misma, reservándome para mí la realización de los vídeos, que llevé a cabo junto con Franc Aleu. En dicho desarrollo se fueron incorporando otras aportaciones como las de Alfredo Taján, que fue de una gran ayuda para decodificar el texto al principio, un tanto oscuro y simbolista, de D’Annunzio. Pero a medida que avanzaba el tiempo, Alex y Carles se fueron concentrando más en la compleja puesta en escena y Franc y yo en la producción de las imágenes.
Si bien la presencia de Miguel Bosé como narrador era una idea fija de Proczynski desde el primer momento, convencido de que su popularidad ayudaría notablemente a la producción, hay que decir que el resultado final es legítimamente «furero» y que estoy muy satisfecho del trabajo realizado con Aleu (me gusta especialmente el vídeo de la ascensión de Sebastián, justo al inicio del oratorio).
Quizás uno de los aspectos más llamativos de esta puesta en escena sea el deliberado alejamiento de este Sebastián de su connotación homoerótica. Es bien sabido que este santo es uno de los iconos gays por excelencia. En aquel momento yo tenía muy presente algunos referentes más o me menos recientes, como el "Sebastianne" de Derek Jarman, la versión de Pierre et Gilles o aquel inquietante autorretrato de Yukio Mishima emulando al mártir. Pero en realidad resultaba imposible escapar del abundante legado que la historia de la pintura nos ha dejado sobre este personaje. Desde este punto de vista, la producción ofrecía enormes posibilidades visuales. Incluso antes de pensar en La Fura Dels Baus por un momento vi la posibilidad de recurrir al mismísimo Lindsay Kemp. Pero Proczynski se apresuró a aclarar que esa dimensión de Sebastián debía quedar explícitamente excluida en su encargo. Curiosamente, nuestro joven héroe actuaba prácticamente desnudo a lo largo de toda la obra, puesto que proponíamos hacer con él una disección, una autopsia del santo en busca de su alma. No deja de resultar chocante el modo en que Alex y Carles consiguieron finalmente una obra claramente asexuada, desprovista de la sensualidad que, sin necesidad de ser explícitamente erótica, desde mi punto de vista no es contradictoria con la pasión mística de nuestro personaje.